
¿Cuántas veces te has quedado sin dormir por darle vueltas a algo en tu cabeza?, ¿Cuántas sensaciones te han quitado el sueño y simplemente te mantienen viendo el techo?, ¿Qué te mantiene en vela?, ¿Qué -o en este caso quién- te roba el sueño por las noches? Cuántas preguntas relacionadas a lo mismo; el insomnio, el desvelo, la angustia o simplemente el deseo de no dormir. Una de las mejores cosas y también de las peores que te pueden pasar en la vida. Quitarte el sueño es una cualidad de esas personas o acciones que nos dan una alegría mezclada con tristeza y una pizca de melancolía. Tú cerebro suelta un coctel de hormonas que te mantiene drogado y en un estado de estupidez, y también puede soltar una bomba de angustias.
Cómo es posible que una acción tan simple como arañar tu espalda te quite el sueño, ¿cuánto poder le das a esa persona para que con una pequeña acción te mantenga dopado? Quizás no sea sólo la acción sino también el deseo que se tenga a esa acción.
La realidad sin dormir puede tener dos tipos de lentes, el primero el feliz, que aunque estés cansado te mantienes con una sonrisa de oreja a oreja en el día, y el triste, que es provocado por angustias, te mantiene ido, pensativo y hasta depresivo. En el primer caso el tiempo pasa muy rápido, en el segundo muy lento. En el primero ves el vaso medio lleno, en la segunda a veces ni ves el vaso. En el primero quieres sacar lo que llevas dentro, en el segundo no quieres que nadie se entere.
La realidad siempre está alterada por los sentidos y tú, ¿cómo la alteras?
Cómo es posible que una acción tan simple como arañar tu espalda te quite el sueño, ¿cuánto poder le das a esa persona para que con una pequeña acción te mantenga dopado? Quizás no sea sólo la acción sino también el deseo que se tenga a esa acción.
La realidad sin dormir puede tener dos tipos de lentes, el primero el feliz, que aunque estés cansado te mantienes con una sonrisa de oreja a oreja en el día, y el triste, que es provocado por angustias, te mantiene ido, pensativo y hasta depresivo. En el primer caso el tiempo pasa muy rápido, en el segundo muy lento. En el primero ves el vaso medio lleno, en la segunda a veces ni ves el vaso. En el primero quieres sacar lo que llevas dentro, en el segundo no quieres que nadie se entere.
La realidad siempre está alterada por los sentidos y tú, ¿cómo la alteras?