jueves, 2 de abril de 2009

Paso a paso

La impulsividad ha tomado mi ser, sentado en el estacionamiento de un Seven me hidrato con un té helado desabrido, veo a mi alrededor y salto sobre la caja de mi camioneta, descubro una florería, ya la había visto antes pero ahora algo me llamaba, algo me quería decir, mi mente empieza a divagar, empiezo a fraguar planes y a consumarlos en mi mente, hasta que mi cuerpo empieza a moverse por voluntad propia, el quiere algo pero mi mente quiere detenerlo, no sabe como hacerlo, parezco un espectador en la función, me muevo como títere pero no sabía dónde estaba le titiritero para cortar esas cuerdas, la verdad quería saber que pasaba.

Llego a la florería, y observo que es lo que me depara el destino, una rosa, roja, grande, majestuosa, real. La tomo y emprendo el camino a la caja, más bien parecía un taburete donde recibieron mi dinero, pregunto por una tarjeta, tienen solo las cursis, ñoñas y absurdas tarjetas de te amo, mejórate, te necesito y demás sarta de cursilerías mal hechas y mal impresas, la rosa será anónima eso pienso yo.

El camino hacia tu casa fue lento, mis latidos se hicieron lentos, la verdad pensé que sería al revés, llego a una cuadra de tu casa, veo tu departamento, doy una vuelta para ver que estés dormida, sabes, quiero tocar el timbre subir a tu cuarto y empezar a besarte, pero mi valor no llega a tanto, creo que ni siquiera llega a lo que hice anoche, pasan más de diez minutos y yo solo observo tu ventana, tu vehículo y me pongo a delirar cosas, cosas que no mencionaré ahora, me armo de valor, o más bien me "empujo" al precipicio, sé que no hay vuelta atrás ya cuando toque el piso, camino, agarro la rosa y pienso,-al mal tiempo... métele turbo...- creo me vieron varias personas no sé no me percaté inclusive tu me pudiste haber visto y no lo hubiera notado, llego hasta tu carro y recuerdo momentos que vivimos juntos, son casi nulos, pero muy sustanciosos, levanto tu limpia parabrisas coloco la rosa y salgo como bólido, llego a mi carro busco las llaves, pero, están pegadas, mi nerviosismo dejó la puerta abierta y las llaves pegadas.

Llego a mi casa quiero vomitar, me siento nervioso no sé que he hecho, quiero gritar y solo consigo dormir, por lo visto esta vez mi nerviosismo y cansancio mental pudo contra tus interminables imágenes que rondan mi cabeza en las noches, abro los ojos ya es de día, sé que será un día algo diferente a los demás, llego a clases, aburrido como de costumbre, te veo te saludo y pasa lo que más temía me preguntas si te regalé rosas, mi corazón ahora sí quiere salir galopando de mi pecho y perderse en la maleza, guardo la calma, no respondo inmediatamente y desapareces del Messenger, creo estar a salvo te veo en la sala de las computadoras y solo te saludo estás muy ocupada quiero abrazarte pero, será en otra ocasión, no tocas el tema, creo estar a salvo una noche más y poder dejarte una rosa.

Me conecto te saludo y vuelves a embestir con la misma pregunta, no puedo negártelo, fui yo, yo te he querido desde hace tiempo, te he deseado desde hace más, y es una forma de decirte lo mucho que significas para mí, creo el medio no es el idóneo para hablar el tema aunque si me confieso ante ti, no puedo más pero el día tiene que acabar, llega la noche, una cerveza en la mano y el texto que estás leyendo, solo faltas tú.

-Primer, tercer o décimo paso, no sé cual sea el que esté dando, solo sé, que pronto se sabrá si fue a la gloria o a la destrucción-

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